Friday, October 13, 2006

SUEÑOS DE PAPA(ENTREVISTA A SIZU YANTRA)

Los Angeles/Especial para La Opinóon —
Todos los seguidores de Café Tacvba reconocerán el apelativo, porque si bien Sizu Yantra no es el nombre real de Rubén Albarrán, se trata del seudónimo que ha venido acompañando al vocalista desde hace ya buen tiempo en el seno de la popular y aclamada agrupación mexicana que encabeza el movimiento del rock en español.
La fama del grupo, sin embargo, no garantiza el éxito total de las carreras paralelas como solistas que han emprendido algunos de sus integrantes, teniendo como su más reciente adición a Albarrán, quien acompañado de su esposa —a quien llama Psykini— y de varios amigos registró Bienvenido al sueño, un disco cuya vena electrónica sorprenderá a muchos. Pero lo cierto es que nadie debería sorprenderse ya ante las decisiones artísticas de unos músicos que se guían justamente por lo impredecible.

¿Es cierto que éste es un disco para niños?

En realidad no es un disco para niños, sino que fue inspirado porque nos hicimos padres, y eso lo llevó a tener cierta vibra infantil. Fue un proyecto muy bonito, porque me dio la chance de hacer muchas cosas que no había podido desarrollar en otros momentos. Mi hijo [Carlos] tiene ya 3 años, y el proceso para hacer este disco fue bien largo, porque se inició incluso antes de que naciera. La idea era darle un regalito, pero fue algo que se interrumpió mucho, ya que el grupo salía de gira y había que parar hasta nuestro regreso.

Tu esposa participó en la grabación y en los conciertos de presentación del disco, aunque nunca había tenido una experiencia así con anterioridad, ¿verdad?

Fue muy importante para mí descubrir que mi compañera también podía cantar y que podíamos compartir este trabajo. Ella también lo descubrió, porque no lo había hecho antes, a pesar de que muchos en su familia se dedican a la música. Como yo tenía la idea de poner voces femeninas, invité a una amiga cantante, pero ella insistió en que la mamá cantara, ya que el proyecto era tan familiar.

Ella está embarazada nuevamente, ¿cierto?

Sí, vamos a tener al segundo. No sabemos todavía si es hombre o mujer. Pensamos parar allí la cosa, pero quisimos hacerlo de una vez, para que los niños se acompañen. Habrá que hacer algo para él más adelante, porque ni modo que su hermano tenga un disco y él no… [risas]

Este disco tiene un rollo muy positivo, muy alegre, que algunos han definido incluso como “sonido feliz”; ¿te salió de ese modo porque te sientes realmente así o porque te llevaste de algún modo a hacerlo de esa manera para que los niños y otros oyentes se sintieran bien al escucharlo?

Creo que tiene parte de las dos cosas. La paternidad me dio una energía muy especial que me llevó a hacer este proyecto y siento que todo el disco está imbuido de esa energía positiva, sin que eso quiera decir que fue algo pensado para que le gustara a los niños.
A pesar de todo este optimismo, en una entrevista reciente aseguraste estar muy preocupado por el futuro al que se enfrentará tu hijo en un mundo como el que vivimos.
Sí, porque cuando te conviertes en padre sientes mucha alegría, pero a la vez tus preocupaciones se multiplican, no sólo por la situación global. El nombre del disco se planteaba como una bienvenida, para mostrarle que estábamos felices de que nos hubiera elegido como padres, pero también como un comentario de que esta supuesta realidad es quizás otro sueño, aunque uno deba buscar con el corazón la posibilidad de transformar lo que le rodea. Lo que pasa ahora [en el planeta] es horrible, y es por eso que se hace necesario tratar de buscar un mundo más compasivo, más amoroso.
A los “tacubos” no les ha interesado nunca hacer discos comerciales, pero me imagino que esperarás ciertos resultados de este trabajo.
No tenemos ninguna expectativa. La motivación principal, que era hacer el disco y darle un mensaje en el tiempo a nuestra familia, ya está cumplida. No estamos desesperados por ver si gusta o no gusta, si vende o no, aunque todo eso tendría obviamente consecuencias en las posibilidades de hacer un segundo trabajo con las mismas características, es decir, incluyendo tantos vídeos como éste (el empaque incluye un DVD con animaciones de cuatro de las 11 piezas musicales). Pero si para la próxima vez no se puede contar con el apoyo de la disquera [Universal, que trabaja también con Café Tacvba], buscaré otro modo de hacerlo, buscando una salida creativa que no requiera de un apoyo económico grande.

Por ese mismo lado, ¿crees que este trabajo es menos ambicioso que las experimentaciones musicales de los “tacubos”? ¿Buscaste hacer algo que, a pesar de ser electrónico, resultara muy sencillo?

No lo pensé así, pero es probable que haya tenido que ver con las chances que me di para ser mucho más directo, más fluido, más lúdico. Me gusta mucho la sencillez del disco, aunque no fue algo tan pensado.

Aparte de lo que viene en el empaque, va a haber material adicional que se podrá conseguir de otro modo, ¿verdad?

Hay un EP de versiones acústicas y otro de remixes, que es mucho más para el dance floor. Lo que pasa es que siento que, en el disco original, la electrónica es más un instrumento que un género, por lo que los remixes —hechos por mi cuñado, el DJ Odiseo— estarán mucho más apegados a cierta rama de la electrónica. Por otro lado, algunas de las canciones del disco fueron compuestas como lo he venido haciendo desde hace mucho tiempo, con mi guitarra acústica y en el EP acústico sentí la necesidad de desnudarlas nuevamente para mostrar cómo se escribieron. De todos modos, el disco [original] tampoco es totalmente electrónico, porque participaron muchos músicos ‘reales’. En México, cada EP está siendo regalado por dos revistas diferentes y me parece que en Estados Unidos [donde Bienvenido al sueño se lanzará el 10 de octubre] sólo se ha implementado uno, a través de un canal de televisión que ofrecerá una clave en su página web para escuchar los temas.